HISTORIA DE
UNA FOTO.
Paso de la sexta etapa de la II Vuelta ciclista a España, Almería-Alicante, por el Puente Hierro en Overa. 13 de mayo de 1936.
La explosión de entusiasmo de una
muchedumbre incontrolada que en la llegada de ‘La Vuelta’ de 1936 a la capital
provocó un auténtico ‘terremoto’; esa tarde y el día siguiente – que era día de
descanso- los ciclistas estuvieron en Almería. La ciudad estaba eufórica con la
presencia de la II Vuelta Ciclista a España.
La vuelta fue creada por el diario Informaciones en 1935 y en su primer recorrido no pasó por
Almería capital, donde había en aquellos tiempos una enorme afición a la bicicleta
y a las carreras.
La Vuelta ha pasado por Almería
en numerosas ocasiones a lo largo de sus setenta y cinco ediciones, pero la
primera, en 1936, en el segundo año de vida, tuvo unas especiales
connotaciones. La capital respiraba un ambiente ciclista extraordinario y
disponía de una entidad, el Grupo Deportivo Lanchafri, con gran
implantación, poder de convocatoria y capacidad de gestión.
Los “ases” Ezquerra y Escuriet, en
Almería
El 2 de marzo de 1935 se anuncia que la carrera no vendrá a nuestra ciudad por la falta de ayuda de los organismos locales. Los organizadores de la ronda habían trazado el itinerario provisional y como no tenían el aval económico de Almería, la prueba entraría en la provincia desde Murcia hasta Overa y desde allí hacia Granada. Diario de Almería, en su página 3, por medio de una gacetilla, hace un último llamamiento y apela a los buenos aficionados y a la mejor voluntad de ‘Informaciones’ para tratar de conseguir los apoyos y que la carrera, cambiara de trayecto – “La variación, si es que quieren hacerlo, es bien pequeña”, decía el periódico-, desde Overa por el Levante hacia la capital y después, al día siguiente, por el Poniente a la ciudad de Los Cármenes. Se vende como algo que interesaría a la organización y a los almerienses. Pero los deseos fueron insuficientes y todo quedó en un anhelo.
LA SEGUNDA
VUELTA CICLISTA A ESPAÑA
El 23 de enero de
1936 se da a conocer la noticia en ‘La
Crónica Meridional’: “Después de muchas gestiones, Almería es incluida en el itinerario
de la II Vuelta Ciclista a España, que organiza el diario ‘Informaciones’ de
Madrid“. A los pocos días, el 6 de febrero, se anuncia que
nuestra ciudad no solo será final y principio de etapa, sino también marco del descanso de los participantes durante 24 horas,
por lo que la ronda estaría en Almería un día y medio. Recaudadas las 2.000
pesetas se le entregan a la organización y se aprovecha este acto para proponer
el concurso del ciclista almeriense Andrés Jaén Vicente, del Grupo Lanchafri, que era el
mejor corredor local del momento. Así lo acepta el comité directivo de la ronda
española.
Los diarios ‘La Independencia’, el 7 de febrero de 1936, y ‘La Crónica Meridional’,
del día siguiente, reproducen una nota del Grupo Lanchafri, donde da cuenta de las novedades,
fundamentalmente de la consecución de que la vuelta descansara en Almería, pero
resaltando que “para
haber conseguido esto, tuvo Lanchafri que contraer el compromiso de
subvencionar a la comisión organizadora designada por el periódico
‘Informaciones’ con tres mil pesetas, habiendo por nuestra cuenta calculado se
precisa para gastos de la organización de la meta de llegada, etc. mil pesetas
más, por lo que hemos de obtener un mínimo de cuatro mil”. Es
decir, se necesitaban otras
2.000 pesetas y se hacía un nuevo llamamiento a la
población para “cooperar
a la suscripción pública abierta por Lanchafri para la II Vuelta Ciclista a
España, en unión de otros que lo hicieron ya, admitiéndose donativos en Grupo
Lanchafri, Plaza de la Catedral, núm. 4, bajo izquierda”. Hasta
ese momento las 1.950 pesetas recaudadas procedían de: Ayuntamiento de Almería, 750 pesetas;
Diputación, 750; Cámara Oficial Uvera, 200; Asociación de la Prensa de Almería,
50; Augusta Barcia y Tréllez, 50; José Santonja de Madrid, 25; Banco Central,
25; Banco Español de Crédito, 25; La Crónica Meridional, 25; Ferretería Lucas e
Hijos, 25; y, Banco de Bilbao, 25.
Editoriales de los periódicos en
apoyo a la Vuelta y elogios al Lanchafri desde Madrid
Es difícil
relatar el entusiasmo que vivió la población ya en la misma preparación del
evento. En marzo
del 36 la prensa almeriense inicia una amplia y
consistente campaña en apoyo a la Vuelta y a la importancia que representaba
para la provincia. Incluso editoriales de la prensa se dedican a la causa. ‘La Crónica Meridional’ del 12 de marzo de 1936, en su
portada abría con un editorial titulado “II Vuelta Ciclista a España. Almería final de etapa”
donde pedía el apoyo y aportación económica de todos los sectores de la ciudad,
finalizando con esta frase: “¡Almerienses!
¡Contribuid con vuestra ayuda! ¡Aportad vuestro donativo por pequeño que sea a
la suscripción abierta!”.
Deloor y Carretero entrando en la meta de Almería de la Vuelta de 1936, seguidos de Trueba, Cañardo y Flaquer. El público tras éstos, cerró la llegada y provocó un auténtico caos para el resto de ciclistas que iban a disputar la llegada esprintando. - Foto ALBERO y SEGOVIA. Diario ‘AS’. Fuente: Biblioteca Nacional de España (BNE).
La sexta etapa de la II Vuelta a España de 1936
El diario ‘La
Independencia’, del mismo 12 de marzo, refleja que ‘Informaciones’ de Madrid del día
10 de ese mes, había dado el trazado de la sexta etapa de la ronda Almería
– Alicante, con un recorrido total de 304
km. Reflejaba los
grandes esfuerzos del Grupo Lanchafri que “ha conseguido hacer de Almería una de las
etapas más importantes de la gran ronda española, Almería tendrá final de
etapa, Almería tendrá día de descanso y Almería tendrá un representante en la
vuelta”. Y, partiendo de
esos éxitos, decía ‘La
Independencia’, “tienen
la obligación todos los deportistas de contribuir con sus donativos, por
modestos que sean, a la suscripción abierta”.
En abril se da a conocer el programa de actos con motivo de la vuelta.
Para el 11 de mayo de 1936 estaba prevista la llegada de la etapa Granada
– Almería (185 kilómetros), a las tres de la tarde; luego se
daría un “lunch” para periodistas
y directivos en la sede de la Asociación de la Prensa (calle Rueda
López), donde también participaría la Asociación Profesional de Periodistas (esta
actividad pasó después al día 12 de mayo); y a las 10 de la noche, en el Teatro
“Cervantes”, la Agrupación
Artística “Poeta
Sotomayor”, representaría la obra “Rosa de Madrid”. El 12 de mayo, jornada de descanso, se celebraría una
recepción a corredores en el Ayuntamiento; comida íntima al
comité directivo y baile en el Círculo Mercantil. El día 13, a las
6 de la mañana, se tomaría la salida para cubrir la etapa hasta Alicante.
Pero la llegada de la etapa Granada-Almería en la avenida de la República
(actual Paseo de Almería) estuvo lleno de incidencias que estuvieron a punto de
dar al traste con aquella II Vuelta ciclista a España: “En la
llegada se había congregado un gentío inmenso, incalculable, contenido por la
persuasión de unos guardias municipales. A la vista de ese paseo, los hombres
decididos a intervenir en el ‘sprint’ final que había de decidir la
clasificación de una etapa que los treinta y ocho corredores supervivientes
(salvo el consecuente Jardin) terminaban en grupo, empezaron a tomar
posiciones. Cañardo –nos lo ha dicho él- fue el primero en atacar, y a su rueda
demarraron Gustavo Deloor, Carretero, Fermín Trueba y otros cuantos; el resto
del grupo quedó separado unos metros. El público, en un movimiento que se
explica en una multitud poco ‘entrenada’, pero que no hay manera de disculpar,
por muy buena voluntad que se ponga en ello, invadió el paseo inmediatamente;
dejó un angosto callejón, por el que el primer grupo llegó hasta la meta, pero ‘cerró’
inmediatamente detrás de ese grupo. Y allí fue Troya. Los corredores fueron
derribados y del confuso montón fueron levantándose dificultosamente,
magullados, heridos algunos, eligieron al azar entre las máquinas estropeadas y
arrastrándolas o cargando con ellas a cuestas continuaron a pie hasta la
llegada. No era fácil alcanzarla, porque, naturalmente, la muchedumbre, que
ahora se había agrupado en torno a los primeros llegados, no se dejaba vencer
así como así. Pero al fin la batalla fue ganada por los corredores y todo el
mundo se quedó tan contento, porque en la tribuna de invitados había un
ramillete de bellísimas señoritas y porque el divertido espectáculo estaba
amenizado por una brillante banda de música”.
De los 52 corredores que habían comenzado la Vuelta ya sólo quedaban 37
que tomaron la salida aquel 13 de mayo de 1936 con rumbo a Alicante con 304
kilómetros por delante, pasando por el Puente Hierro de Overa.
Aquella II Vuelta ciclista a España fue ganada (como la primera ) por Gustavo Deloor. Poco después estalló la sangrienta Guerra Civil y la vuelta se suspendió hasta el año 1941 en que volvió a pasar por Almería con una etapa Almería-Murcia que también pasó sobre el Puente Hierro y por la localidad de Overa.
TEXTOS: JOSÉ MANUEL ROMÁN
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