miércoles, 30 de noviembre de 2011

LA POSGUERRA: Un panorama desolador en Overa. Por Ana Mª García Díaz

INTRODUCCIÓN
          El 1 de abril del año 1939 terminó la Guerra Civil Española después de tres años de muerte y odio, con victoria para el bando liderado por Franco (jefe de Estado desde 1939 hasta 1975). El panorama en España era desolador, y algunos hombres de Overa, como mi abuelo Cristóbal, sufrieron las barbaries de la guerra, con el "incentivo" (se ve que no tuvieron bastante con tres años de guerra) de que a su vuelta, Franco, los obligó a cumplir con el deber a la madre patria: un año más haciendo el servicio militar.
Juan Sánchez, vecino de Overa y unos amigos volviendo de la guerra. Foto cedida por su hijo, Baltasar Sánchez
       En Overa no había reservas de oro, ni divisas, ...ni un trozo de pan para echarse a la boca, que no fuera aquel fruto que se encontraba en una higuera, una palera,.. 
Tiempos difíciles para las mujeres de Overa. Fotografía cedida por Vicenta Castelló
Existía una gran escasez de víveres que provocó que una buena parte de la población pasara hambre. Había que ser autosuficientes, cada uno tenía que "salvar el pellejo" como pudiera, pues el gobierno implantó una política de autarquía con estrictos controles en el ámbito de la actividad económica del país.: regulación de precios, distribución de materias primas básicas para la subsistencia,etc... Lo que llevó al hundimiento de la producción agrícola en Overa, salvo contadas excepciones: las fincas de "los señoritos" donde trabajaban la mayoría de los hombres de Overa en esa época. Los que no, se dedicaban al contrabando o estraperlo.
Los abusos cometido con nuestros abuelos hace que hoy lance un grito por la libertad, la igualdad de oportunidades y la justicia para todos los seres humanos.                                     
VIVENCIAS DEL PASADO: EL TRABAJO EN LAS FINCAS DE LOS SEÑORITOS

Trabajaban de sol a sol, siendo éste el único reloj que marcaba el inicio y fin de la rígida disciplina en la jornada laboral. Aunque rodeados de naranjos y de sus exquisitos frutos que cogían con sus manos, no podían coger ni una sola fruta para disfrute de su paladar, pues pobre del que, a la salida y formando una fila,  cuando el capataz les olía las manos y el aroma era el de "una" naranja o "una" mandarina. Para las largas veladas de invierno al calor del fuego de la chimenea o tomando el fresco en la puerta en verano, no había descanso. Debían hacer guita con el puñado de esparto que le daba el capataz a la salida y que debían llevar al día siguiente; así los dueños de la finca no tendrían que preocuparse en comprar cuerdas para amarrar las cañas que servian para construir los tejados; ni en sus ratos de descanso podían dejar de darle provecho a sus amos. Cuando empezó a implantarse la jornada laboral de 8 horas, muchos fueron los que sufrieron el abuso de ser despedidos por llevar al trabajo un despertador que marcara el fin de su trabajo, al menos, por ese día...sin poder ni imaginar que ese hecho fuese el motivo por el cuál  le dirían "mañana no vengas".

SITUACIÓN ALARMANTE: EMIGRACIÓN
       Esta precaria situación, hizo que muchos hombres de Overa tuvieran que emigrar a otras tierras, a otros países...para buscarse la vida y aliviar aquella opresión: Cataluña, América, Argentina, Venezuela, Alemania...Fue así como empezó a resurgir la economía de los hogares de Overa: gracias al conjunto de relaciones exteriores como transacciones comerciales, flujos de capital y a las divisas que proporcionaban estos valientes emigrantes.                                                                     

        Aquí quedaban sus mujeres, constituyendo la piedra angular de nuestro pueblo. Decía un novelista ruso: -"Mujeres, extraños seres encantadores"-. Las mujeres de Overa fueron durante largos años la gran columna que se yergue sobre los cimientos de nuestra historia.

        Sobre ellas recaía la obligación de mantener  la casa limpia y admistrarla, la ropa tendida, ser centinelas de la educación de sus hijos, ayudar en el campo y, si quedaba tiempo, un repaso a la actualidad con la vecina.

Eran mujeres trabajadoras,
honestas,tenaces,emprendedoras, 
que no se acobardaban ante la adversidad.
¿Quién dice que ahora vivimos tiempos difíciles? Esos sí eran tiempos difíciles!!!

REFLEXIÓN FINAL
Esos valores los fueron transmitiendo a las generaciones, y a ellas les debemos el respeto y la admiración para mantener, conservar y cultivar nuestras costumbres y tradiciones. ¿Y es que no fue lo suficientemente importante el rol de la mujer en esta época como para quedar relegado a un segundo plano? ¿Es que no fueron el verdadero aporte y soporte de la Overa de esos años? Tal vez, esta reflexión nos permita volver la mirada hacia los verdaderos protagonistas, hombres y mujeres, mujeres y hombres de Overa que nos proyectan al presente y futuro, para comprender en suma que su aportación es el producto y la consecuencia directa de la misma.

En memoria de mis abuelos Cristóbal, Ana María, David y Cristina...hombres y mujeres de Overa cuyo tesón, orgullo y valentía sirvió para que hoy sean dignos de la admiración y respeto de su familia y de tod@s los que los conocieron y quisieron.




martes, 29 de noviembre de 2011

PREGÓN: Fiestas Overa 2007. Por Diego Esteban Parra Montoya

                                                                                                                                                         
CARTA A LA MADRE DE OVERA

Antes de comenzar a leer, sean mis primeras palabras de agradecimiento. De agradecimiento, a todos, por permitirme compartir, en esta noche de Julio, el momento inolvidable que supone, ser pregonero de las fiestas de este año. Llego aquí, sin credenciales. Sólo soy una persona. Una persona por la que ha pasado la vida. Que ha pasado por lugares que le han dejado huella. Y uno de esos lugares es Overa. Llego para hablarte, madre:

Vestida de luto eres, Nuestra Señora de la Soledad, un manto sombrío que preside la luz de este oasis. Al llegar a la comarca, que riges con tus benévolas lágrimas, se siente tu firme presencia. Surge el agradecimiento por muchas cosas. Por acompañarnos, silenciosa, en los pequeños detalles del día a día. Por la ilusión que cada año nos invade en estas fechas. En el sonido difuso de la orquesta, los cohetes vividos y la tertulia con amigos. Quiero hablarte de Overa. ¿Pero de qué Overa? He vivido, hemos vivido tantas, que pararla en el tiempo, decir “esta es” se me antoja un delito. Son muchas las caras de ese mismo sueño que llamamos Overa. Y me gustaría hablarte de todas ellas […]


Carrera de la Virgen de la Soledad. Fotografía Ana Mª. García
Está la de los primeros años de infancia. Los que dan a cada uno la categoría con la que encuadra el resto de su existencia. En nuestra infancia hay un paisaje, una palabra, una amistad y una experiencia vivida en Overa. Y eso marca.
Hay una Overa de paisaje de palmeras. Zona de frontera y de mezcla de culturas. De tierras levantinas y andaluzas, encrucijada de caminos. Cultura de la Prehistoria que dio paso a comerciantes del Mediterráneo. Un valle seco que en época musulmana vio nacer Overa. Con sus ramblas y fuentes. Un paisaje que descubrir tranquilos. Para merendar con hornazos bajo el puente de su río. Huerta de naranjos exquisitos. De olivos y hortalizas. De palomos de raza o rugido de motos. Una Overa de mujeres de hoy y de abuelos llenos de vida.
Cuna del castillo, está la Overa de viejos cristianos, que marcharon antes de renegar su fe. Que fue repoblada y anexionada a Huércal. Diputación rural ya en el XVIII. De casas de adobe y cámaras altas. De noches de lumbres y álamos, como fiestas ya lejanas. Que mantiene vivo hoy un carnaval único, con sonido de cencerros, olor a vino y color de tiznajos.
Existe la Overa de la cultura. Cultura del amor a la familia y al prójimo. Cultura del trabajo y también del ocio. Somos herederos de los valores de tu pueblo, al que miramos agradecidos. Un pueblo que hacen grande sus vecinos. Hombres y mujeres, personas sencillas, trabajadoras. Nada conflictivas. Abiertos a la generosidad y amantes de una convivencia que no entiende de clases. Que echa una mano en las matanzas y comparte un plato de migas. Porque la gente de Overa te acoge como amigo de toda la vida. Porque de Overa es el de Santa Bárbara, el de La Concepción, el de Los Navarros, el de El Pilar o el de Los Menas. Por todo eso, madre, digo, que son muchas las caras de Overa. Pero que hoy solo miramos a una, y esa es la tuya. 
Carrera de la Virgen de la Soledad. Fotografía Ana Mª.García


Gracias por cuidarnos en los malos tiempos. Siglos pasados de plagas y terremotos. Que cuando hizo estragos el cólera, paseaste por nuestras calles. Y la muerte y la epidemia desaparecieron. Por eso, cada año te abrimos gozosos, las puertas de nuestras casas. Te cantamos o rezamos, que más da. Desde nuestras casas de arquitectura sencilla y blanca. Fruto del trabajo de hombres y mujeres que han formado la historia de tu pueblo. Rostros que dejaron su salud en una entrega escondida por

hacerlo grande. Nuestro recuerdo especial para quienes han estado y ya no están. Los que bailaron a las ánimas y trovaron sueños. Los que han dejado lo mejor de sus vidas. Algunos fallecidos, otros enfermos o impedidos. Todos familiares o amigos. Y todos queridos. Sabemos que los cuidas y eso nos consuela.

Pero hoy, estamos de fiesta. En unas fiestas que mezclan tradición y presente. Que expresan un deseo de futuro: el de las ganas de vivir y vivir juntos. Alrededor de una Iglesia y de unas calles, siempre tranquilas, que nos dan la bienvenida. Que se llenarán de luz esta noche y se vestirán con la lluvia de los fuegos. Porque te lo mereces y porque la devoción de Overa por su Virgen va más allá de lo religioso. Porque eres amiga fiel y nos sentimos unidos en éxitos y tristezas, te pido, madre, en este día abierto a la alegría, de reunión y llamada, que nos ayudes. A abrir nuestro brazos. Nuestros ojos, labios y oídos, al latir de esta tierra de luz que es Overa. Para dar un abrazo a los que vemos una vez al año. Gozar con familia y amigos de un 29 de Julio mágico con olor a procesión y sonido de cantos únicos. Y que en los niños siga presente esa mirada de ilusión, que espera impaciente el inicio de las Fiestas.

Overa se engalana, y os invito a disfrutar de ella. Todos juntos. Nos lo merecemos. Alegraos, que con estas Fiestas ha llegado el momento de la alegría. Abrazaos, bailad, cantad y reíd en paz. Olvidad en estos días las preocupaciones. Pero, sobre todo, continuad, con orgullo, llevando a Overa en lo más profundo de vuestros corazones. ¡Viva Overa! ¡Viva la Virgen de la Soledad!

Muchas Gracias y Felices Fiestas.

EL BAILE DE ÁNIMAS. TRADICIÓN EN EL OLVIDO. Por Ana Mª. García Díaz


1.-INTRODUCCIÓN
                                          
Aunque no existen datos fidedignos del origen certero de la celebración de esta manifestación popular, parece ser que fue a mediados del siglo XV, en la época de la repoblación cristiana en aquellos territorios reconquistados a los moriscos. Al igual que ocurre con otras tradiciones y manifestaciones culturales que aún se mantienen vivas en Overa.

NOCHE DEL ÁLAMO EN OVERA: Madrugada del domingo de resurreción o domingo de meriendas. Por Ana Mª García Diaz

NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD. Por Ana Mª García Díaz


La patrona de Overa (Los Menas) es la Virgen de la Soledad, cuya representación artística es una preciosa imagen de un metro y medio aproximadamente de altura. ¿Cómo llegó a nuestro pueblo? ¿Quiénes y cuando la trajeron?...son preguntas a las que no es fácil responder, pues muchos refieren la existencia de una imagen antiquísima que fue quemada durante la guerra civil, de la cuál sólo se encontró la cara y las manos entre las cenizas. En la actualidad, esto es lo único que queda de la imagen primitiva, pues el cuerpo es una talla de madera cubierta con un gran manto de terciopelo negro con bordados en oro.
La hermosura de la imagen es indiscutible, cuyo aspecto se embellece por los ropajes y joyas regaladas por lo fieles.

Nuestra Señora de la Soledad, patrona de Overa (Los Menas)

CARRERA DE LA VIRGEN
Los días próximos  a la celebración de las fiestas de Overa en honor a su patrona la Virgen de la Soledad, los overenses pasean la imagen de su Virgen por las calles de Overa, visitando cada casa. Esta salida, a lo que coloquialmente se le conoce como "la carrera de la Virgen",se realiza en dos días distintos.

La primera carrera es siempre hacia abajo, donde se visita el barrio de El Pilar y Santa Bárbara. Suele durar alrededor de unas cinco horas, y durante todo el trayecto se va sumando gente al mismo.
La carrera de La Virgen de la Soledad por Santa Bárbara y El Pilar.
La segunda carrera es hacia arriba (Los Navarros y Los Menas). En este trayecto, se hace una parada muy especial en la casa donde se dice se encontraron la cara y las manos después de haber sido quemada. Allí se le canta el himno y el cielo se llena de incesantes destellos de cohetes. Suele durar un poquito más que el primero, pero la devoción del pueblo de Overa afronta este trayecto con ganas e ilusión acumulada durante todo un año.

El ruido de los cohetes se convierte en un referente situacional para el que se ha quedado rezagado o está en su casa esperando que llegue la virgen. Es mucha la gente que cuando la virgen llega a su casa, ha ofrecido tirar una docena de cohetes, dos,...o más, a veces.

La hospitalidad de la gente en sus casas es uno de los rasgos a destacar, pues tienen preparados todo tipo de refrescos, agua bien fresquita, etc...para aquellos que acompañan a la virgen durante toda la carrera.
La iglesia está compuesta por una gran nave central en bóveda de cañon , con varias capillas laterales.


FESTIVIDAD

Cuenta la tradición oral, que allá por el año 1865, un ventoso 29 de julio el padre Cura
Valera, párroco de Huércal-Overa, se desplazó hasta nuestro pueblo, cuyos hogares estaban siendo destrozados por la epidemia de cólera y se dirigió a la casa de unos familiares de “ Pascualico el de la noria”, donde se encontraba la imagen de la Virgen de la Soledad, para sacarla a la calle.
Allí, bendijo los campos y echó su bendición para que el cólera desapareciera.
Les dijo a las gentes: -“Mirad, el viento se llevará el cólera por el río”-. Desde ese momento cesó la epidemia.
Salida de la Virgen para la procesión del día de La Soledad,


                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      
Iglesia parroquial de La Soledad de Overa con su estético campanario y sus capillas adosadas.
El clamor popular hizo que se construyera una choza en el lugar que hoy     se encuentra nuestra actual iglesia para colocar la imagen de la Virgen de la Soledad y que todos pudieran venerarla. La puerta de esta choza se convirtió en el lugar en el que los trovadores hacían eco de su arte y recibían donativos que destinarían para la construcción de una pequeña ermita, pues en Overa no había iglesia aún, solo estaba la de Santa Bárbara.

 
Su empeño dio fruto y se construyó lo que se conoce como la sacristía vieja. Dando paso a lo largo de los años a la ampliación de la actual parroquia de Nuestra Señora de la Soledad en el año 1943.


Hoy, después de muchos años más, en memoria de ese milagro realizado por el Cura Valera, y en honor a nuestra Virgen de la Soledad, cada 29 de julio, Overa conmemora su tradicional fiesta…pues su sentir religioso tiene una imagen que no admite discusión...

                                                                                                  
                                               ¡¡ Viva la Virgen de la Soledad!!

La Virgen de la Soledad. Fotografía Domingo Rojas Ramos




domingo, 27 de noviembre de 2011

PREGÓN: Fiestas Overa 2010. Por Ana Mª García Díaz


No me apasionan los pregones, ni me veo de pregonera, prefiero contaros una historia a modo de cuento…


Río Almanzora a su paso por Overa. Archivo fotográfico de Overa Viva.
Hace muchos, muchos años, había un entrañable pueblo, donde las estrellas y los luceros se reflejaban en el cauce de su río,…rodeado de montes que eran testigos silenciosos de susurros, promesas y confidencias…y todo en un hermoso paisaje salpicado de palmeras y envuelto en el suave olor del azahar, donde abundaba el agua y la tierra fértil bien cultivada.

Finca "El Recreo". Archivo fotográfico de Overa Viva

Allí, vivía una niña que desde pequeñita sentía curiosidad por cualquier cosa, por insignificante que fuera; a todo intentaba buscarle un por qué.

La autora del pregón de niña en La Almazara
“¿Por qué cada año se celebra la fiesta el 29 de Julio?”preguntó a la abuela que con sus sabias palabras siempre estaba dispuesta a saciar su curiosidad.
Con cariño le respondió: “En un tiempo muy lejano, cuando los hogares quedaban destrozados a causa de una epidemia llamada cólera, un día con mucho viento, vino un sacerdote al que llamaban el Cura Valera, sacaron la imagen de la Virgen de la Soledad, echó su bendición a los campos y cesó así la epidemia. Fue un 29 de Julio, y por eso ese día es el elegido para celebrar las fiestas”.
“Y… ¿Por qué cuando se aproxima ese día las mujeres limpian las casas y pintan las fachadas de blanco? ¿Por qué vuelven al pueblo familiares y amigos que sólo entonces vemos?” –continuó preguntando.
“Pues porque a raíz de ese milagro, la imagen de la Virgen recorre las calles del pueblo días antes de comenzar la fiesta. Por eso las mujeres se afanan en poner sus casas bonitas para recibirla, pues es mucha la devoción que sienten hacia ella. Y todos los que viven fuera de aquí, vuelven a su pueblo en esta fecha para compartir con sus seres queridos estos días”.
Carrera de la Virgen de la Soledad para arriba. Archivo fotográfico de Overa Viva
La pequeña se puso muy contenta, pues sabía que podría jugar con esas amigas que sólo volvían cuando llegaba la fiesta, que bajaría a la puerta de la iglesia para ver si habían llegado las atracciones, comería nubes de algodón y chambi y estrenaría el vestido que le habían comprado para la ocasión.
Las palabras de su abuela, quedaron grabadas en su corazón para siempre y a lo largo de su vida  le acompañó ese profundo sentimiento de felicidad que no tiene un por qué, ni una explicación razonable…pero que hizo que cada año anhelara con ilusión la llegada de esa tradicional fecha allá donde estuviese, prometiéndose a sí misma que no faltaría nunca a esa cita, a ese encuentro con sus amigos, con su sentir religioso, participando de  la alegría que se respiraba por el pueblo durante esos días.
Pero una duda siguió dando vueltas en su cabeza: ¿Por qué sólo esos días y no todo el año podían sus seres queridos ser tan felices? 
Castillo de Overa. Fotografía archivo Overa Viva
Cuando creció y fue una jovencita, ya no hacía preguntas, sino que cada año abría una ventana al mundo de los sueños, para que asomasen nuevas ilusiones mezcladas con sus recuerdos…pues tenía la suerte de vivir fiestas inolvidables, dando vueltas en los cochecitos eléctricos con sus amigos, en las voladoras, pidiendo que la última canción de la orquesta fuese siempre la penúltima, para después ver amaneceres inigualables en las casetas y en el baile, donde la sola existencia de una mirada, de una sonrisa junto a los amigos eran suficientes para hacerla feliz.
Pero en su afán de perfección seguía haciéndose la misma pregunta: “¿Por qué solo ahora soy inmensamente feliz; por qué no todo el año, todos los años de mi vida?” 


Iglesia parroquial de Overa. Foto Overa Viva


Y ahora, aquella niña, esa joven hecha mujer, sigue soñando e intentado llenar  su vida de ilusiones…Desea que estas fiestas sean un momento mágico, en el que seamos capaces de sacar lo mejor de nosotros mismos. Aunque la vida nos muestre su dureza, con crisis, con momentos difíciles, aunque con los problemas del día a día  los buenos sentimientos parezcan no tener lugar…
Pero cree haber encontrado la solución: Ilusión, alegría  y unión. Tenemos que volver a abrir esa ventana de los sueños y seguir apostando por  la ilusión, mantenerla viva todos los días del año. Tenemos que contagiarnos de alegría, saber  disfrutar esos pequeños detalles de la vida, esas pequeñas cosas… unirnos en lo positivo, en lo importante, para hacer un mañana mejor y que esa unión sea el mayor tesoro que sepamos transmitir las gentes de este sencillo pueblo a las generaciones venideras. Y qué mejor momento para dar ese paso adelante que nuestras fiestas de Overa: únicas y sorprendentes, peculiares en su entorno, originales por su naturaleza, abundantes de colores, desbordantes de luz…

¡Que los sueños os lleven donde vuestro corazón quiera estar…SIEMPRE!!
Fiestas de Overa. Fuegos artificiales.
       
Mandemos nuestras miserias a dormir
...Arriba, esta noche, despierta...
Que sembrada de bombillas
OVERA se viste de fiesta!!



                                            
                   


                                               ¡¡Viva la Virgen de la Soledad!!
                                      ¡¡  VIVA OVERA !!