INTRODUCCIÓN
El 1 de abril del año 1939 terminó la Guerra Civil Española después de tres años de muerte y odio, con victoria para el bando liderado por Franco (jefe de Estado desde 1939 hasta 1975). El panorama en España era desolador, y algunos hombres de Overa, como mi abuelo Cristóbal, sufrieron las barbaries de la guerra, con el "incentivo" (se ve que no tuvieron bastante con tres años de guerra) de que a su vuelta, Franco, los obligó a cumplir con el deber a la madre patria: un año más haciendo el servicio militar.
Juan Sánchez, vecino de Overa y unos amigos volviendo de la guerra. Foto cedida por su hijo, Baltasar Sánchez |
Tiempos difíciles para las mujeres de Overa. Fotografía cedida por Vicenta Castelló |
Existía una gran escasez de víveres que provocó que una buena parte de la población pasara hambre. Había que ser autosuficientes, cada uno tenía que "salvar el pellejo" como pudiera, pues el gobierno implantó una política de autarquía con estrictos controles en el ámbito de la actividad económica del país.: regulación de precios, distribución de materias primas básicas para la subsistencia,etc... Lo que llevó al hundimiento de la producción agrícola en Overa, salvo contadas excepciones: las fincas de "los señoritos" donde trabajaban la mayoría de los hombres de Overa en esa época. Los que no, se dedicaban al contrabando o estraperlo.
Los abusos cometido con nuestros abuelos hace que hoy lance un grito por la libertad, la igualdad de oportunidades y la justicia para todos los seres humanos.
VIVENCIAS DEL PASADO: EL TRABAJO EN LAS FINCAS DE LOS SEÑORITOS
Trabajaban de sol a sol, siendo éste el único reloj que marcaba el inicio y fin de la rígida disciplina en la jornada laboral. Aunque rodeados de naranjos y de sus exquisitos frutos que cogían con sus manos, no podían coger ni una sola fruta para disfrute de su paladar, pues pobre del que, a la salida y formando una fila, cuando el capataz les olía las manos y el aroma era el de "una" naranja o "una" mandarina. Para las largas veladas de invierno al calor del fuego de la chimenea o tomando el fresco en la puerta en verano, no había descanso. Debían hacer guita con el puñado de esparto que le daba el capataz a la salida y que debían llevar al día siguiente; así los dueños de la finca no tendrían que preocuparse en comprar cuerdas para amarrar las cañas que servian para construir los tejados; ni en sus ratos de descanso podían dejar de darle provecho a sus amos. Cuando empezó a implantarse la jornada laboral de 8 horas, muchos fueron los que sufrieron el abuso de ser despedidos por llevar al trabajo un despertador que marcara el fin de su trabajo, al menos, por ese día...sin poder ni imaginar que ese hecho fuese el motivo por el cuál le dirían "mañana no vengas".
SITUACIÓN ALARMANTE: EMIGRACIÓN
Esta precaria situación, hizo que muchos hombres de Overa tuvieran que emigrar a otras tierras, a otros países...para buscarse la vida y aliviar aquella opresión: Cataluña, América, Argentina, Venezuela, Alemania...Fue así como empezó a resurgir la economía de los hogares de Overa: gracias al conjunto de relaciones exteriores como transacciones comerciales, flujos de capital y a las divisas que proporcionaban estos valientes emigrantes.
Aquí quedaban sus mujeres, constituyendo la piedra angular de nuestro pueblo. Decía un novelista ruso: -"Mujeres, extraños seres encantadores"-. Las mujeres de Overa fueron durante largos años la gran columna que se yergue sobre los cimientos de nuestra historia.
Sobre ellas recaía la obligación de mantener la casa limpia y admistrarla, la ropa tendida, ser centinelas de la educación de sus hijos, ayudar en el campo y, si quedaba tiempo, un repaso a la actualidad con la vecina.
honestas,tenaces,emprendedoras,
que no se acobardaban ante la adversidad.
¿Quién dice que ahora vivimos tiempos difíciles? Esos sí eran tiempos difíciles!!!
REFLEXIÓN FINAL
Esos valores los fueron transmitiendo a las generaciones, y a ellas les debemos el respeto y la admiración para mantener, conservar y cultivar nuestras costumbres y tradiciones. ¿Y es que no fue lo suficientemente importante el rol de la mujer en esta época como para quedar relegado a un segundo plano? ¿Es que no fueron el verdadero aporte y soporte de la Overa de esos años? Tal vez, esta reflexión nos permita volver la mirada hacia los verdaderos protagonistas, hombres y mujeres, mujeres y hombres de Overa que nos proyectan al presente y futuro, para comprender en suma que su aportación es el producto y la consecuencia directa de la misma.
En memoria de mis abuelos Cristóbal, Ana María, David y Cristina...hombres y mujeres de Overa cuyo tesón, orgullo y valentía sirvió para que hoy sean dignos de la admiración y respeto de su familia y de tod@s los que los conocieron y quisieron.
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