*PARA VOSOTROS, JÓVENES.
Mejor dicho: para los más jóvenes. Porque tenéis que saber, amigos, que hubo un tiempo, no muy lejano, en el que no había ordenadores, ni videoconsolas, ni teléfonos móviles o fijos, ni televisión... ni discotecas, ni bares musicales...ni asfalto en las calles, ni alumbrado público...ni electricidad en las casas, el suelo de éstas era de yesones... ni cuarto de baño, ni agua corriente...Las mulas pasaban por el pasillo central de las casas para ir a las cuadras, las gallinas estaban sueltas durante el día...Puede decirse que personas y animales convivían en armonía...
Mejor dicho: para los más jóvenes. Porque tenéis que saber, amigos, que hubo un tiempo, no muy lejano, en el que no había ordenadores, ni videoconsolas, ni teléfonos móviles o fijos, ni televisión... ni discotecas, ni bares musicales...ni asfalto en las calles, ni alumbrado público...ni electricidad en las casas, el suelo de éstas era de yesones... ni cuarto de baño, ni agua corriente...Las mulas pasaban por el pasillo central de las casas para ir a las cuadras, las gallinas estaban sueltas durante el día...Puede decirse que personas y animales convivían en armonía...
Diego Díaz y su nieta Flor.En el Cerrico (La Concepción). |
La primera muñeca de
las niñas era su hermano/a pequeño al que tenían que cuidar
mientras trabajaban sus padres, pero si tenían alguna era de trapo y
fabricada por ellas; el primer coche de los niños era de palera,
también hecho por ellos...
El fútbol casi no
existía para ellos pues no tenían pelota; en todo caso podían
hacer una de trapo. Pero también los trapos se aprovechaban para
hacer jarapas ( de harapos) , para cambiarlos por quincalla o eran
recogidos por el guiñapero. No les preocupaba ni el Madrid ni el
Barça...¡Qué cosas...!; y podían vivir sin este deporte...
Niña echando de comer a las gallinas. Principios del siglo XX. (Foto de D.Pedro Román Martínez) |
En esa época el tiempo
de ocio y diversión era muy limitado: casi siempre había algo que
hacer...Como hoy, la gente tenía sus problemas, pero también se
divertía y era feliz a su manera. Ahora bien, las diferentes formas
de diversión eran muy distintas a las actuales. Algunas de las cosas
que hacía la gente de aquella época, hoy nos pueden parecer
auténticas barbaridades, pero estaban aceptadas socialmente y cada
costumbre hay que situarla en su contexto. ¿Acaso veríamos bien hoy
que alumnos y profesores fumaran en la misma clase? Pues ocurría
hace treinta años.
Por ello amigos, quiero
describiros algunas tradiciones y costumbres de nuestra tierra,
algunas desaparecidas por la lógica del devenir, otras en “peligro
de extinción” y las más afortunadas que aún sobreviven. Algunas
merecerían ser revividas, mientras que otras bien sepultadas están.
Veamos.
*LAS
PÚAS PICANTES.
Ristra de pimientos picantes. |
Asociado a los bailes y las matanzas estaba la costumbre/jugarreta de poner púas picantes. Se trataba de mezclar en un recipiente metálico (lata,cubo...) bastantes brasas con semillas de guindilla picante seca. A esto se le añadía un poco de boñiga de burra (excrementos de este animal), lo cual dificultaba la combustión y provocaba una fuerte humareda. Era entonces cuando lo introducíamos en la casa donde se celebraba el evento: por la puerta, si era posible, por una ventana...por la chimenea. La cuestión era colocarlo lo más escondido posible a fin de que tardaran tiempo en detectarlo. Si podíamos, atábamos las puerta por fuera dificultando cuanto podíamos la salida de la casa. Cuanta menos ventilación, mejor. La inhalación de este humo producía picor de garganta , tos, “peos” (pedos). Era normal que los burlados persiguieran a los “gamberretes” y ... ahora corre, ahora escóndete por las paleras o naranjos... silbidos, risas...Así pasábamos el rato.
*ECHAR LOS AÑOS.
Durante la Navidad se
solían organizar bailes y en Noche Vieja era costumbre “echar
los años”. Se trata de apuntar en papeles los nombres de las
chicas y meterlos en una bolsa; los nombres de los chicos en otra y
una tercera con los adagios (Frases breves, normalmente pareados, con
contenidos satíricos o picantes), que los mozos escribían a las
mozas.
Los muchachos y
muchachas se sentaban formando un corro; se extraía un papel con el
nombre de una chica y otro con el nombre de un chico y se
emparejaban. A éstos les correspondía un adagio del tipo : “Ni
que tires por aquí, ni que tires por allí / tu chirrín será para
mí”.
Según el adagio, el
carácter de la señorita, etc, su reacción podía ser de enfado,
alegría, sofoco...
Probablemente, el
origen de esta costumbre hay que situarlo en la celebración por
parte de los romanos de las fiestas Saturnales y Lupercales, antes de
nuestra era. Uno de los ritos más esperados consistía en meter en
una caja ciertas prendas con los nombres de las adolescentes. Por
turnos , cada muchacho metía la mano en dicha caja y sacaba la que
sería su compañera de diversión durante todo el año. Con el paso
de los siglos, el cristianismo intentó “civilizar” esta fiesta
naciendo así, el día de los enamorados: San Valentín.
Esta costumbre
desapareció en la segunda mitad del pasado siglo.
*LA
NOCHE DE LOS TIESTOS:
La
palabra tiesto viene del latín testu/testum,
vasija de barro. Esta era el arma utilizada para nuestras fechorías.
La noche anterior al
miércoles de ceniza o cuando se hacía la matanza del cerdo, la
pandilla de jóvenes quedábamos para tirar los tiestos. Pertrechados
con macetas rotas, cántaros viejos, tejas, etc, nos dirigíamos a
las casas que habíamos elegido para nuestra travesura. Solían ser
aquellas cuyos dueños reaccionaban con rabia y nos perseguían en la
huida.
Cántaro.A veces se llenaba de ceniza. |
La mayoría de las
casas tenía una puerta de dos hojas; llegábamos con el mayor
sigilo, empujábamos la media hoja y...”¡el tiestazo!”. Si
estaba cerrada tocábamos y cuando abrían ¡Cataplón, el barro
cocido crujía a sus pies! En ocasiones, para mayor fastidio de la
víctima, el recipiente estaba lleno de ceniza. Ahora tocaba correr
a todo tren y esconderse en las paleras o naranjos, para no ser
cazados por el burlado.
No tengo documentado el
origen de esta costumbre. Es sabido que en la matanza del cerdo
suelen participar los vecinos, ayudando en los quehaceresde la misma.
También son invitados a comer las morcillas o las famosas migas de
matanza. Podría ser que los no invitados “pagaran con esta
trastada” su exclusión del evento.
Asociada
a esta actividad estaba la trastada de quitarle un trozo a los lomos
del cerdo que estaba colgado a la entrada de las casas para que las
carnes se enfriasen. Para mayor refrigeración la puerta permanecía
abierta hasta bien entrada la noche y por ahí venía el peligro. A
veces le colgaban un cencerro al cerdo que servía como alarma.
También es posible que
el origen de dicha tradición esté ligada a las celebraciones que
rondan al equinoccio de invierno, a las transgresiones del carnaval,
a “quemar los últimos cartuchos” y aprovechar los últimos
momentos de permisividad antes de las restricciones cuaresmales que
se inician el miércoles de ceniza...
Esta tradición hace
años que desapareció, entre otras razones porque se romperían las
losas de las casas donde se tirara el tiesto y no sería aceptado
actualmente.
*LA
CENCERRADA:
Cencerros. |
Cuando
un viudo/a se volvía a casar, en la noche de bodas se le daba la
cencerrada. Los vecinos del lugar se dirigían a la casa de la
víctima portando cencerros, caracolas, latas, cacerolas, sartenes,
almireces...(cualquier objeto que pudiera hacer ruido) y los hacían
sonar formando el mayor estruendo posible. Al mismo tiempo recitaban
“pregones burlescos”, caricaturizando a las personas que se
casaban, del tipo: “¡Atención, atención, se nos casa el gabinete
de información!” Refiriéndose a que la viuda que se casaba era
una alcahueta.Se trataba pues, de resaltar los pecadillos y defectos
de los contrayentes. Por ello los viudos/as se casaban en secreto,
aunque rara vez podían evitar que le dieran la cencerrada.
El antropólogo Julio
Caro Baroja en “Vida y muerte de la cencerrada en España” recoge
la descripción de esta costumbre hecha en el Diccionario de Ayala
(1693), situando su origen en el Reino de Valencia aunque también se
usaba en Francia con el nombre de charivari.
En nuestra literatura
aparecen cencerradas en El Quijote, en Platero y Yo o en Juanita la
Larga.
Vida y muerte de la cencerrada en España.(Historia 16). |
Desde antiguo, esta
costumbre era concebida por las autoridades como una alteración del
orden público y fueron prohibidas ya en tiempos de Carlos II (Siglo
XVII), bajo pena de cuatro años de presidio y multa de cien ducados.
A pesar de las
sucesivas prohibiciones las cencerradas siguieron celebrándose hasta
la segunda mitad del pasado siglo, entre otras razones porque eran
toleradas por las autoridades civiles y religiosas. La moral
cristiana, en su forma rigorista, las aceptaba pues no veía con
buenos ojos las segundas nupcias o los matrimonios con demasiada
desigualdad en las edades de los contrayentes.
*EL
AGAREJO:
La
palabra agarejo
no
está en el diccionario porque es una palabra compuesta ,de origen
semítico, que significa “hijo de Agar”.
Agar era la concubina
de Abraham, y por tanto, para la moral de la época, una puta. Los
niños de mi generación cuando le queríamos hacer una gamberrada a
otro, le hacíamos el agarejo. Consistía en tumbar al niño en el
suelo, bajarle los pantalones y escupirle y echarle un puñado de
tierra en los genitales.
La expulsión de los judíos. |
El origen se remonta al
siglo XV, con la expulsión de los judíos ordenada por los Reyes
Católicos. La medida fue considerada en Europa como un signo de
modernidad, e incluso hubo una felicitación de la Universidad de la
Sorbona. Los que no quisieron abandonar su tierra y sus bienes, se
convirtieron al catolicismo. Pero en la sociedad de la época se
dudaba de la autenticidad de esas conversiones. Pensaban que muchas
de ellas habían sido por conveniencia y que en privado seguían los
preceptos del judaísmo.
Pues bien, cuando se
dudaba de la conversión real de un judío al catolicismo, le miraban
los genitales para ver si estaba circuncidado. En caso afirmativo, le
hacían lo anteriormente descrito y le llamaban “Agar ejo” (hijo
de puta). Evidentemente, nosotros desconocíamos la significación
del agarejo y no hay que decir que hoy sería inaceptable tal
práctica.
*LAS
CARRERAS DE CINTAS:
Se suelen celebrar
durante las fiestas patronales y consiste en atar un alambre a dos
palos en el que se introducen unos carretes con cintas de colores,
bordadas por las mozas del pueblo, y se deja colgando la pequeña
anilla por la que los jinetes habrán de introducir un punzón.
Carrera de cintas a caballo. |
Los hombres que desean
participar son inscritos para el torneo por la comisión de fiestas.
Los caballistas inician
la carrera al galope, de pie sobre los estribos, para lograr la
altura del mencionado alambre. Intentan introducir el punzón por la
anilla de la cinta para llevársela y, si lo consiguen, la dama
correspondiente le impondrá dicha cinta, colocándola en bandolera y
premiando al mozo con un beso o dándole la mano. Después, los
participantes se pasean por el real de la fiesta exhibiendo sus
trofeos.
Suele ser frecuente que
más de un participante tenga interés en conseguir la misma cinta ,
por lo que hay un cierto pique entre ellos. En cualquier caso, ganará
el que más cintas consiga.
Carrera de cintas en bicicleta (Años 60). |
En el pasado siglo,
estas carreras también se hacían en bicicleta o en moto, pero en
los últimos años han vuelto a su forma tradicional celebrándolas
con caballos.
El origen de esta
celebración hay que situarlo en la época medieval. Cuando los
caballeros no estaban guerreando se dedicaban a la caza u organizaban
torneos para entrenarse y divertirse, a los que también asistían
los villanos. Uno de estos torneos era el “Fuego del Aro” que
consistía en introducir la punta de la lanza en uno de los aros
metálicos que colgaban de una cinta, atada por el otro extremo por
un falso nudo para que se soltara con facilidad.
Los caballeros
participantes elegían una dama a la que dedicaban sus triunfos. Si
ésta aceptaba, anudaba un pañuelo con los colores distintivos del
caballero.
*EL
DÍA DE LAS MERIENDAS.
El Domingo de
Resurrección es costumbre que las familias y pandillas de amigos
vayamos a comer al río o sus proximidades, especialmente al lugar
donde estaba el puente de hierro en Santa Bárbara. Hace unos años
había varios nacimientos de agua en la zona: “el cañico”, “las
peñicas”, la fuente del moro... y se podía disfrutar del fluir de
la fuente de la vida; aunque de todas formas, con agua o sin ella,
sigue siendo el lugar elegido por excelencia.
Ocurre, a veces, que
algunas personas se van a dormir la noche anterior, para que no les
quiten el lugar .
Meriendas,2012.Foto:Ana M. García. |
La fritada de carne
(conejo o pollo), la tortilla de patatas, una paella...Pero lo más
característico de la comida de las meriendas es el hornazo (Bollo de
pan de aceite, con un huevo cocido en el centro, sujeto por dos tiras
cruzadas de la misma masa).En otros lugares es preceptivo que los
padrinos regalen el hornazo a su ahijado.
Meriendas en la década de los cincuenta. |
La jornada acaba con la
merienda (de ahí el nombre) , en muchas ocasiones, ya oscurecido el
día.
El origen de esta
costumbre hay que situarla en el conjunto de fiestas y celebraciones
relacionadas con la llegada de la primavera, tanto desde el punto de
vista pagano como religioso. Es la estación de la floración y de la
fecundación, del despertar y el resurgir ...”la primavera la
sangre altera”.La noche anterior los mozos han colocado el álamo a
su pretendida (álamo:”te amo”).
La Resurrección de
Cristo, desde el punto de vista religioso, es el acontecimiento
central del Cristianismo.
Pero, una vez más, la
fiesta hay que enmarcarla dentro del enfrentamiento entre el disfrute
de los placeres mundanos, por un lado y el ayuno y la abstinencia,
por otro.
Meriendas en el puente de hierro. (Santa Bárbara,años 50) |
El Arcipreste de Hita
(Siglo XIV) lo explica de forma didáctica en una simpática
alegoría: La batalla de Don Carnal y Doña Cuaresma. De tal forma
que, después de estar cuarenta días prisionero de Doña Cuaresma,
Don Carnal se escapa el Domingo de Ramos y reuniendo a sus huestes,
huye en dirección a Jerusalén; ciudad a la que entra en un carro
musical, acompañado de don Amor, de don Almuerzo y de doña
Merienda.
El Domingo de
Resurrección, familias y amigos respirarán un nuevo aire: el aire
primaveral.
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