sábado, 5 de octubre de 2019

CON OVERA EN EL CORAZÓN. LA ERMITA, MI AMOR. Por Catalina Fernández García



  
La Ermita de la Concepción años 60.            Foto cedida por: Lola Gallego.

     Me llamo Catalina Pereira (Fernández García). Soy hija de Catalina García Parra (de la Concepción) y Jaime Fernández Fernández (del Pilar) y nieta de Catalina Parra y Francisco García Ruiz, conocido como Frasquito el Moreno.
    
Reunión de vecinos. finales de los 60.      foto cedida por: Lola Gallego.

    Soy una de seis hermanos, todos nacidos en la Concepción con excepción de mi hermana menor quien nació en los Estados Unidos. Mi padre era obrero pero los trabajos eran escasos por esa época, haciéndose muy difícil mantener la familia. Trabajó muchos años fuera de España temporalmente (Brasil, Francia, Andorra), allí donde pudiera encontrar trabajo, hasta que mi tío Urbano (hermano de mi padre) quien vivía en USA desde los 17 años pudo reclamar a mi padre.
     
Familia de Catalina



Buscando una vida mejor, no hubo más remedio que emigrar a principios de la década de 1960. No fue un paso fácil para ninguno ya que teníamos que dejar atrás a las personas que más queríamos - mis abuelos y tía- con quien prácticamente vivíamos cuando mi padre estaba fuera del país. También dejábamos atrás otros familiares, amigos, nuestras raíces y nuestro país, mientras nos dirigíamos a un país desconocido donde el idioma, las costumbres y la cultura eran totalmente diferentes y no conocíamos a nadie más que a mi tío y uno de sus hijos que también nació en el Pilar y su esposa es de Overa. El resto de su familia no la conocíamos ni hablaban español. Poco a poco nos fuimos adaptando.
  
  

     Nuestra familia trabajo duro y pudimos regresar a nuestro país a visitar a nuestra familia de vez en cuando. Como cualquiera que haya emigrado sabe bien, el amor y anhelo por su país siempre se lleva en el corazón y eso se lo hemos transmitido a nuestros hijos a pesar de no haber nacido ni criado en España. Volver a nuestro país es la alegría y ilusión más grande del mundo. Me encanta recorrer esa pequeña aldea, caminar por esos caminos de tierra, recordando mi niñez, visitar los bancales donde mis abuelos siempre tenían las mejores frutas que he comido, ver la pequeña iglesia y escuela donde atendí mis primeros años escolares.
    
En Madrid, camino a Estados Unidos.

Aunque salí de ahí con 10 años, tengo muchos recuerdos hermosos. Estamos muy lejos y llevamos casi toda la vida afuera de ahí, pero llevamos nuestra Ermita, familia y amigos muy dentro del corazón.

Celebrando la boda en Estados Unidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SI DESEAS PUBLICAR COMENTARIO, identifícate y cumple con el código deontológico de Overa Viva. No ataques a nadie, se educado y realiza críticas constructivas.