jueves, 15 de noviembre de 2018

BARRIOS DE OVERA 1: LA CONCEPCIÓN. por Juan Pardo y el equipo de Overa Viva

PORTADA DE LA ERMITA DE LA CONCEPCIÓN . OVERA.

MONUMENTOS DE OVERA: "LA ERMITA Y LOS ERMITAÑOS".
     Después de la Ermita de Santa Bárbara, que posiblemente tiene sus orígenes en la antigua mezquita de la población árabe de Overa... La ermita más antigua de Overa es La Ermita de la Concepción en el corazón del Campico de Nubla. Fue el único lugar de culto de toda Overa durante muchos años.... (de ahí que a este barrio se le conozca como La Ermita). Desde principios del siglo XVIII hasta principios del siglo XX es el lugar de culto donde asistían los feligreses de Overa. Eran especialmente famosas sus "Pujas de la Virgen", sus bailes de animas y las fiestas de la Inmaculada Concepción. Otras tradiciones importantes eran su Carnaval de Peloteros, de Mascaricas de curucurú, las noches del álamo y los ramos, la noche de las lumbres, los tiestos en las matanzas, el "esperfollo" y las pañochas colorás... Y muchas más. Es de destacar la gran solidaridad entre sus vecinos para todas las tareas agrícolas (EL COMÚN...) Y para las diversiones: organizar fiestas en común, que llega hasta nuestros días:  Bailes de ánimas, cenas de navidad, fiestas de la Inmaculada... Las Gentes de la Ermita son trabajadoras, emprendedoras, fiesteras, nobles y orgullosas. Discretas y amigas de sus amigos, defensoras de sus tradiciones y acogedoras del necesitado...
VISTA GENERAL DE LA ERMITA DE LA CONCEPCIÓN CON SU GRAN EUCALIPTO. Foto: J. Pardo

    Recordemos su origen recuperando este documento de García Asensio en su obra, Historia de Huércal-Overa:
"José García Parra, vecino de la villa de Huércal-Overa, obtuvo licencia del Sr. Obispo en el año 1711 para erigir en la Huerta de Overa y en el Campico que llaman de Nubla, una Ermita en honor del misterio de la Concepción de María Santísima, la que dotó con una pieza de tierra de dos fanegas de sembradura en el dicho sitio; y nombró por Patrono de ella a Matías García Parra, su hijo, a quien, así como a los demás sus sucesores, grabó con la obligación de hacer celebrar en la dicha Ermita de la Concepción, en cada un año, una misa cantada, dando de limosna 12 reales. Todo consta por su testamento, otorgado en 4 de Marzo de 1712 por ante Don Pedro Sánchez Rubio.Y no habiendo tenido efecto la perfección de esta Ermita hasta el año 1738, en él representó el dicho Matías García Parra al Sr. Obispo cuanto queda relacionado y estar la dicha ermita concluida y ornamentada; y así mismo escribió un tanto de escritura, por la que dotó la dicha Ermita con una parte de huerto poblado de árboles frutales, contiguo a ella, la que pasó ante Pedro José Sánchez Rubio en 6 de Junio de dicho año.
Imagen de la Inmaculada Concepción en la salida de la procesión del día 8 de diciembre.

    Y en vista de todo ello se sirvió el Señor Obispo expedir licencia, en forma para bendecir la aludida Ermita y celebrar en ella elSanto Sacrificio de la Misa, en la ciudad de Murcia,fecha de veinticinco de Junio del precitado año, la que cometió al Sr. Licenciado Don Miguel Sánchez Rubio, Abogado de la Real Chancillería de Granada y Beneficiado de la parroquia de nuestra villa el que la practicó el día 29 del mismo. Consta por tradición que la fundación de esta Ermita obedeció a la siguiente causa: «Estando varias bestias pastando en el referido paraje de la Concepción, un niño de la familia del fundador José García Parra, hubo de montarse temerariamente sobre una yegua cerril, en ocasión que ésta se encontraba acostada y el animal, al sentir sobre sí aquel extraño peso, a que no estaba acostumbrada, se levantó violentamente del suelo y emprendió una rápida carrera llevando en el lomo al joven, que se cogió de la crin. Los padres, al contemplar tan horrible acontecimiento, temieron, como era natural, la muerte violenta del niño y en un arranque de fe cristiana ofrecieron a la Virgen construirle un Santuario en el sitio donde parara la yegua, salvándose la vida del infante; y efectivamente, al llegar el animal al mismo punto donde hoy se eleva la Ermita, quedo parado y el niño en salvo.
Vista nocturna de la ermita.

     Esta Ermita de la Concepción fue ampliada en el año 1860, dándole las dimensiones que en la actualidad tiene, unas diez y ocho varas de larga por seis y media de ancha, casi doble de lo que antes era, con una especie de nave al lado Norte, de 4 por 9 varas, que sirve de sacristía. Fueron las obras costeadas totalmente por los feligreses de la misma que entonces, además de los que ahora la componen, comprendía también a todos los vecinos existentes en el lado del partido de Overa, situados entre la rambla de Almajalejo y la cañada del Santo, que es la más poblada e importante, y que después se llamó y se llama ahora «Feligresía de Nuestra Señora de la Soledad».
    Haría escasamente dos años que se habían terminado estas obras cuando se vieron consternados los vecinos por la persistente y amenazadora corrida de terremotos que, durante el verano del año 1853, sembró el espanto por toda esta región, y que en Overa, como decimos en otro lugar, dejaron sentir más fuertemente que en otros sitios. La recién ampliada Ermita sufrió bastante, agrietándose toda la bóveda que estaba muy bien construida, como lo prueba el hecho de haberse sostenido en este estado hasta el año 1906 en que se derribó. Ya en 1898 hubo necesidad de que personas peritas reconociesen aquella bóveda, cuyas grietas cada día se acentuaban más; y aunque por éste tiempo no corría peligro inminente, tampoco era su estado tranquilizador. Pasaron seis años y llegó el momento de pensar en el arreglo de la Ermita, pues habiéndose desplomado la pared del lado Sur, y desmoronado algo los estribos de los arcos, el peligro de un hundimiento cada día era mayor.
Estandarte y procesión de la Inmaculada el día 8 de diciembre. Foto: J.Pardo

     En esta situación las cosas, y después de alguna tentativa, sin efecto, para recaudar fondos, tuvo una feliz idea, por el resultado que dio el honrado vecino, fervoroso cristiano y gran devoto de la Stma. Virgen, Miguel Giménez Parra. Mandó comprar en Granada, de donde es el artístico y, hermoso cuadro de la Purísima Concepción que en la Ermita se venera, un décimo da lotería para la jugada de Navidad del año 1905, con el propósito, que realizó, de repartirlo entre todos los feligreses proporcionalmente y según lo que pagasen de Capellanía, y siendo condición precisa tener ésta abonada o abonarla para jugar la parte de lotería que le correspondiese. 
Comida comunitaria  día de la virgen. foto: J.Pardo
     Hubo cuatro o seis vecinos que quedaron sin jugar, por no cumplir esta condición, y el referido Miguel Giménez jugó, además de la suya, las participaciones que a estos individuos correspondían; siendo su pensamiento buscar la ocasión de poder hacerse de fondos para restaurar la Ermita y dejar el asunto, como decía, en manos de la Virgen. Se verificó, pues, la referida jugada, y el primer número que salió del bombillo fue el 28.604, que era el del décimo que en esta feligresía se jugaba, en la forma referida, y que fue agraciado con el sexto premio, correspondiendo a dicho décimo 25.000 pesetas; las que se repartieron como la lluvia, pues el repetido Miguel Giménez tuvo la generosidad de abonar bastantes participaciones que ni en conciencia ni legalmente se le podían exigir, haciendo partícipes de una o de otra manera a todos sus convecinos. Al verificarse el pago, se descontó a todos los partícipes el 3 % para el arreglo de la Ermita, pues Miguel Giménez no quiso descontar más; debiéndose hacer constar que todos estaban dispuestos a dejar para este piadoso fin la parte que les dijese. Con este descuento y alguna limosna que dieron de poca consideración se reunieron aproximadamente 4.000 reales,y con dicha cantidad , el día 2 de marzo de 1906 se empezó el derribo de la agrietada bóveda y parte de la pared del lado Sur, bajo la dirección del reputado maestro de obras en la ciudad de Cuevas, Don Antonio Montes. Al edificarlas nuevamente, se elevó una vara sobre la altura que tenía, quedando la nave muy bien proporcionada en sus dimensiones. Se hizo también en esta ocasión una especie de atrio o ensanche alrededor de la Ermita, con un buen muro al lado Sur, que además de hermosear el edificio, le era de mucha necesidad. Se pavimentó de losa de cemento; se hizo una hermosa cristalera para el cuadro de la Purísima; se compraron dos lamparitas de metal dorado y una de cristal, con algunos otros adornos de menor importancia, y que entre todo hacen a esta Ermita, dentro de sus dimensiones, la más bonita de nuestro término.
Cartel anunciador de la fiesta
Importaron las obras, que duraron algo más de dos meses, la cantidad de 11.534 reales; de los cuales 7.500 fueron donativo del tantas veces nombrado Miguel Giménez, a quien deben sus convecinos no poca gratitud.
Finalmente, el día 23 de Junio de 1906 por la tarde, bendijo la restaurada Ermita el entonces Arcipreste y Cura propio de Huércal-Overa, Dr. D. Juan Guijarro Ruiz, y al siguiente, festividad de San Juan Bautista, que aquel año fue Domingo, se dijo la primera Misa, que celebró y predicó en ella Don Juan Sánchez Guerrero, a la sazón capellán de la feligresía."

       Durante todo el siglo XX, la ermita de La Concepción y su salón anexo fueron testigos de innumerables fiestas y, especialmente, los bailes de animas que todas las navidades se celebraban con asistencia  de instrumentistas y bailarines de todas las barriadas de Overa y pueblos vecinos.
      Después de muchos avatares, arreglos y algún olvido, a principios del siglo XXI se tuvo que arreglar la techumbre y algunos detalles más. El arreglo se sufragó con la ayuda del Ayuntamiento, las aportaciones de los vecinos y algunas actividades más para recabar fondos. Es significativo que su titular propietario "oficial", el Obispado de Almería, no aportara ni un euro aunque se le pidiera, por escrito, su colaboración. 
El nicho Pura. La Concepción
En estas obras de reparación apareció una pequeña cripta escondida con los restos de un niño. A pesar de la intervención de las autoridades policiales no se pudieron identificar los restos de este pequeño, aunque se dató el entierro a principios del siglo XX, posiblemente en las fechas en que se realizaron las importantes obras de arreglo del año 1906.
"Desde Nubla para toda Overa"

J. Pardo - Overa Viva

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